La afinidad de los distintos materiales para cargarse positiva o negativamente es conocida, aunque hay muy poca información disponible. Por otro lado los fabricantes de polímeros plásticos, desechan aquellos que tienen tendencia a cargarse eléctricamente, ya que son molestos, se pegan, atraen polvo etc. La búsqueda de polímeros con alta afinidad eléctrica es clave para este proyecto.

En el caso de los metales también hay afinidades de carga, el aluminio tiene tendencia a cargarse positivamente y el cobre negativamente. El hilo de la malla tiene que ser conductor para poder aprovechar esta diferencia de potencial.

El recubrimiento del hilo conductor con el plástico de alta afinidad eléctrica permite que el exceso de carga del plástico pase al conductor. Alternado estos hilos en una malla podemos conseguir una corriente. El hilo conductor tiene menos importancia que el recubrimiento, ya que su misión es recoger el exceso de carga del recubrimiento plástico.

La carga electrostática es un fenómeno superficial, por lo tanto en la medida en que aumentemos la superficie de contacto, aumentará el rendimiento. Esto se traduce en que, cuanto más finos sean los hilos y más tupida sea la malla, más rendimiento.