Aeronave circular
Este concepto de aeronave tipo platillo volante, no es ciencia ficción, funciona con una turbina anular, que proporciona un flujo de aire equivalente a una turbina en un avión convencional. La turbina anular gira por efecto de un motor eléctrico lineal, sin rozamiento en suspensión por fuerzas magnéticas. La turbina debe ser doble y con giros contrarios para evitar el giro por reacción de la nave. La potencia eléctrica se puede obtener de las turbinas generadoras tipo Honeywell, montadas en los grandes aviones. Los gases de escape se aprovecharían para mantener la velocidad de crucero.
Los principios de sustentación son sencillos, el flujo de aire provoca una fuerza de reacción que puede verse potenciada por el efecto sustentador de la forma de la nave y unos flaps que aumenten el efecto en los despegues y aterrizajes. El fuerte efecto giroscópico de las turbinas, proporcionarían a la nave una estabilidad muy alta.
Para una nave como la del esquema, con una turbina de 15 m de diámetro y una anchura de alabes de 0.55 m, la sección de la turbina sería de 26 m2. La velocidad angular no es especialmente alta, pero la lineal y la velocidad de paso del aire si lo es, por lo que tendríamos un empuje de la misma magnitud que las turbinas convencionales.
Los alabes de las turbinas se moverían por motores lineales eléctricos de gran potencia (unos 50KW/m lineal) el giro debe ser antagónico, uno a izquierdas y el otro a derechas. Los anillos guía de las turbinas tienen sustentación magnética, gracias a imanes permanentes de neodimio y sin ningún rozamiento mecánico.
La comparativa con un avión comercial es muy ventajosa, para un diámetro de 17 m de nave circular, tenemos más asientos que un Airbus 320, que tiene una envergadura de 34 m, y con una importante reducción de peso y materiales, y capacidad similar para carga y combustible.